13 de febrero de 2012

Víspera de San Valentín

            Hoy no todo fue normal. Previo a un día tan emotivo, este 13 de febrero estuvo lleno de muchas emociones. Llegue temprano como de costumbre a la Universidad. Me encontré con una amiga. Ella necesitaba hablar conmigo así que me detuve un rato a conversar. La noté algo inquieta y a leguas se veía que algo la acongojaba. A diferencia de lo que estarán pensando ella sufría por una mujer. Su “amiga” le ha roto el corazón y se ha ido con otra. Se me hizo difícil llegar a consolarla porque no soy buena con las palabras así que la abrace y la deje que llorara un rato. Mi amiga se desahogo pero antes me mostró el regalo que le tenia para San Valentín a su amor. Aún lo recuerdo y comienzan a bajar lágrimas por mis mejillas. Ella sencillamente me partió el alma. De repente comencé a sentir una nueva frustración; sabia que no podría mas que darle mi apoyo y decirle que todo estaría bien. Por un segundo pensé que seria bueno si lo intentara pero es que nosotras las mujeres somos bien testarudas y no aceptamos que sentimos algo cuando por dentro estamos comiéndonos. Esto aplica tanto para la felicidad como para el dolor.
            Mi impotencia fue tal que no pude contener el llanto. Sufro en carne propia la situación de mi amiga. Sé que quiero a una persona y lo quiero con todo mi corazón. Podría decir que lo amo con toda mi alma, que es la razón por la que respiro pero para el solo soy una amiga mas. Todos los días lo veo caminar desde su apartamento a la Universidad. Si solo supiera lo que yo por él siento. A veces he tenido la intención de mirarlo a los ojos y decirle de mis pesares pero sería absurdo. El no quiere una persona como yo. Soy demasiado fuerte para el.
            Unos minutos mas tarde llego otra amiga y como por arte de magia explotó también en llanto. Tenía sus ojos hinchados, rojizos y sollozando nos contó que había peleado con su novio. Tremenda víspera de San Valentín pensé. Después de toda una mañana llena de mucho sentimiento, emociones, desamores y dolor concluí que los humanos nos empeñamos en buscar la felicidad cada día, y no nos damos cuenta de que es ella la que tiene que encontrarnos, y eso será donde menos te lo esperes… cuando llega descubres que ahí no acaba todo, que el final de un camino es solo el principio de otro…


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