7 de febrero de 2012

Dependencias

             En la vida solemos establecer relaciones simbióticas con otros seres humanos. Al igual que la anémona y el pez payaso, los humanos nos relacionamos con otros en búsqueda de protección, aceptación pero sobre todo amor. El problema de muchos humanos es cuando esta relación simbiótica donde ambos se benefician se torna en una dependencia.

            Estuve hablando con una amiga sobre su situación con su novio actual. Resulta que al chico no le agrada la idea de salir juntos ni tampoco la idea de que ella salga a divertirse. Para mi sorpresa, la ecuación es casi igual a una que yo estuve teniendo hace un tiempo atrás. Ella es un ser muy espontáneo que vive la vida … a su manera pues. Sin embargo, el hecho de que estén todo el tiempo en la universidad juntos, convirtió su relación en una rutina. Técnicamente están juntos por costumbre. La rutina los ha convertido en sus esclavos.  

            Yo solo le dije: “Te entiendo mas de lo que te imaginas”. Ella se desahogo y yo le admití un secreto que a mi entender le sorprendió mucho. Le confesé que aunque había sufrido, yo todavía amaba a mi ex pareja porque para mi el representaba todo; pero, entendía que para el bien de ambos era mejor sencillamente, estar solos. “Si, pero tu ya diste ese paso”- me dijo. Yo admito que ese paso me tomo meses y ahora que han pasado unos cuantos después de la decisión final, lo recuerdo con ternura porque se que fue lo mejor para ambos.
        Ella quizás no entienda aún que en la vida hay ocasiones donde debemos tomar decisiones drásticas de vez en cuando pero espero que entienda que no esta sola. Al igual que ella, yo también he sufrido un amor de años, que para mi se ha convertido en mi amor eterno. El ha sido la piedra con la que me he tropezado una y otra vez. Irónicamente, mi mayor obstáculo resulta ser mi mayor alegría. ¿Qué contrariedad verdad? Al parecer al igual que en la religión, existen detalles que solo los creemos por fe. Yo todavía no comprendo mucho porque siento lo que siento y porque a estas alturas aún lo siento. Mi amor por él es como una brisa refrescante de enero, es una caja de chocolates, es esa primera lluvia de mayo, ese sol candente en verano, mariposas en mi estómago cada vez que lo veo, … es cada minuto de mi tiempo libre. "No es que muera de amor, es que muero de ti."

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