Como de costumbre, cada sábado frecuento hacer la limpieza del hogar. Preparando la lista de quehaceres comencé a recordarte y fue así como de repente me encontré pensando en ti. Comencé a pensar en todo aquello por lo que nuestro amor había pasado y como habíamos sobrellevado las situaciones. Pensé en nuestro amor, lo fuerte y firme que era. El aguantó la distancia, el tiempo, el dolor, la amistad, a terceros, el sufrimiento, las sensaciones, los impulsos pero lamentablemente no aguantó tu orgullo. Ese que nunca te ha dejado ver mas allá de tu barbilla.
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