Cuando cumplí quince años me regalaron un pasaje en crucero con mi familia. Ya de regreso nació en mi cabeza la idea de conocer personas de otros países. Confieso que siempre quise ser azafata pero bueno, ahora solo escribo. Recuerdo que en casa solo había una computadora disponible y el Internet era por cable ese que ya no existe por que ahora todo es WIFI o wireless como sea de su predilección. Entre mis hermanos y yo nos turnábamos para utilizarla. No recuerdo el día exacto, pero si recuerdo mi búsqueda. Estaba suscrita a esta página que aún al día de hoy existe llamada “Hi5” y busqué de distintos países, entre ellos Cuba. 
La verdad es que no esperaba obtener resultado alguno cuando para mi sorpresa encontré a un chico, de ojos claros, cabello medio castaño. Sin embargo hubo otro detalle que me llamó mas la atención. Resulta que este jovencito cumplía años el día antes que yo. Nacimos con una diferencia menor de 24 horas y honestamente esto me trabajaba en la mente. Nunca se me había ocurrido pensar que se siente encontrar a una persona que nace el mismo día y mucho menos el mismo año.
Pasaron los meses y nos hicimos muy amigos. Me encantaba la idea de tener un amigo cibernético ya que esto del Internet estaba en sus comienzos y yo solo vivía con la esperanza de conocer algún día a este amigo que se convirtió en mi confidente, mi paño de lágrimas, en fin, en una persona que a pesar de la distancia me hacia sentir querida, escuchada y sobre todo comprendida. Pasaron los años y nuestras conversaciones continuaron. Recuerdo que me enviabas clips de voz por el msn e incluso logramos comunicarnos una vez por teléfono. Ya han pasado 7 años desde la primera conversación. Siempre tuve mis dudas y pensé que desaparecerías pero me equivoqué. Ya no hablamos tanto, es cierto, pero me alegra saber que aún nos recordamos de vez en cuando. Me haz demostrado ser un amigo verdadero, eres de las personas que verdaderamente marcan tu vida y se quedan contigo para siempre.
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