Hace unos cinco años comencé la Universidad, luego de tres años fuera regrese a mi hogar y fue entonces que todo comenzó. Luego de mucho entrenamiento viendo videos y documentales de porque debemos reciclar fue que decidí comprar tres envases inmensos para comenzar a reciclar. Al principio mis padres aceptaron, el problema fue que tardaba mucho tiempo en llevar la basura al centro de acopio por lo que se acumulaba en el balcón de mi casa. Mas adelante compre un bote de basura para tenerlo adentro y cada semana llevarlo al centro. Aún con mi esfuerzo, mi padre seguía colocando toda la basura junta. Al cabo de unos meses me he acostumbrado a revolcar la basura regular en búsqueda de productos reciclables ya que no cuento con el apoyo de uno de mis progenitores. A pesar de ello, admito que no me molesta del todo; sencillamente ya me acostumbre. 
Decidí escribirles mi experiencia porque se que cada uno de nosotros representa un granito de arena en este mundo y que juntos podemos evitar que nuestra basura, en especial, el plástico llegue a nuestro océano. Recientemente vi unas imágenes que hoy comparto con ustedes que hicieron resaltar mi labor y continuar con la lucha. Yo lucho por un mejor Puerto Rico, yo lucho por un mejor planeta. Cada especie cuenta y nosotros, los humanos tenemos la responsabilidad de protegerlas.
Es bien triste que por irresponsabilidades de algunos tengamos que ver animales con sus cuerpos deformados, con sus estómagos llenos de plástico y nuestras playas llenas de basura que mas allá de afectar nuestro paisaje, deja mucho que decir de nosotros como especie.
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